Aunque el progreso científico y tecnológico ha aportado importantes beneficios para la salud, también puede dificultar la comunicación entre el personal sanitario y los pacientes. En la medicina moderna, los aspectos técnicos de la asistencia sanitaria tienden a prevalecer, en los que el enfoque principal se centra en el tratamiento de la enfermedad y se presta menos atención a otros aspectos que también son importantes para el paciente, como los sentimientos y las emociones. Saber comunicar es un imperativo ético y legal, por lo que los profesionales sanitarios deben asegurarse de que los pacientes son conscientes de todo lo relacionado con su enfermedad, para facilitar su autonomía en la toma de decisiones. Si saber comunicar es siempre importante, lo es aún más cuando el contenido del mensaje es desfavorable. Por ejemplo, las malas noticias sobre el avance del embarazo pueden influir en la decisión de la madre de continuar o interrumpir el embarazo. Las intervenciones profesionales en estos casos son cruciales, ya que las consecuencias psicológicas de la situación dependen de la atención y el apoyo brindados. Las deficiencias en el proceso de comunicación pueden generar conflictos e insatisfacción en la relación profesional-paciente-familia.
Para mejorar la comunicación, se debe prestar más atención a las dimensiones humanas y espirituales, priorizando la empatía, la autenticidad y la escucha sin prejuicios. Un modelo apropiado de relación clínica debe basarse en la toma de decisiones compartida, aclarando las funciones del equipo multidisciplinario para aliviar el sufrimiento de la madre cuando se interrumpe el embarazo. Para ello, deben implementarse protocolos que garanticen la prestación de atención integral, no sólo en lo que respecta a las cuestiones biológicas, sino también a la atención psicosocial. Por último, debe impartirse formación al personal sanitario para mejorar sus aptitudes sociales y su competencia cultural.
Un estudio cualitativo usó observación no participante y entrevistas semiestructuradas para analizar los discursos de médicos, matronas, enfermeras y auxiliares de enfermería que atienden a pacientes obstétricos. Identifica posibles mejoras en las intervenciones realizadas por el personal sanitario y en la organización de la institución, en cuanto a la atención prestada a las mujeres embarazadas cuando se debe comunicar un diagnóstico prenatal adverso.
Si desea consultar el texto completo, puede hacer aquí: José Atienza-Carrasco, Manuel Linares-Abad, María Padilla-Ruiz, Isabel María Morales-Gil. Breaking bad news to antenatal patients with strategies to lessen the pain: a qualitative study. Reproductive Health. 2018;15:11 p.